La confederación de los siete vientos es un conjunto de archipiélagos situado al este de la República, en el mar oriental. Éstos están dispuestos de tal manera que forman un pequeño mar interior en el centro. Cada uno de ellos cuenta como epicentro su correspondiente ciudad-estado la cuál, administra y protege el resto de las islas de su dominio. 

La confederación nace a partir de la batalla del mar interior, donde por aquel entonces unas primitivas ocho ciudades-estado, libraron la batalla naval de mayores dimensiones que se conoce. Centenares de rudimentarias naves se enfrentaron durante días sin dejar un claro vencedor. Pero sí un claro perdedor. El archipiélago Norte fue arrasado, nada quedó vivo, pues el grueso de la batalla se libró frente a sus costas. Poco después de la guerra y cómo si los Dioses se apiadaron, un maremoto engulle casi la totalidad de su tierra dejando una pequeña y baldía porción de ella; la Isla Fría.

Aprendieron la lección; si no se destruyen unos a otros lo haría la propia naturaleza como respuesta a sus pecados. Prefirieron olvidar lugares malditos y derramar sangre entre hermanos para diseñar un futuro juntos y confederado. 

Los Siete Vientos forman el Gobierno de la Confederación, título que ostentan los representantes y gobernantes de cada una de las 7 Ciudad-Estado. Cada una de ellas gobernada a su vez por las familias más poderosas, siendo una de ellas la troncal y dominante sobre las demás. Todos los archipiélagos se rigen por su propia ley, pero todos comparten en su mayoría, los mismos ideales y forma de vida.

Marineros, exploradores, comerciantes, eruditos y alquimistas son parte de la población que habita en la Confederación, conocidos son los grandes laboratorios donde se trabaja para tratar de encontrar las mejores pociones y transmutaciones del mundo. En sus puertos se exporta una gran cantidad de mercancías exóticas para los mercados de todos los continentes. También gozan de reputación las compañías mercenarias de los archipiélagos del sur, alquilando sus servicios a quien pueda pagarlos. Muchos han sido los que a lo largo de la historia han puesto sus pies en la Confederación atraídos por el mayor puerto comercial del mundo y otros tantos haciendo raíces de forma permanente. Esto conlleva que multitud de etnias y oficios convivan en las islas desde siempre, siendo una parte importante de su poder.

Las gentes de la confederación son conscientes que deben su existencia a los mares que los rodean, así, los cultos a los Dioses Elementales ocupan la totalidad del panteón religioso, en especial a los relacionados con los mares y los cielos. Existen cultos minoritarios de comunidades migrantes que aún mantienen sus cultos de origen.

Hell Bloodhevn, Viento del Este, Matriarca del Archipiélago Oriental, ha decidido hacer caso por fin a sus oráculos. Mujer poco amiga de los videntes, prefiere confiar en lo que puede ver y tocar. Pero también sabe que si no lo hace ella quizá otros lo hagan, pues las malditas brujas venden sus visiones a todos los Señores del Mar Interior.

Las viejas charlatanas le han mostrado una y otra vez las señales en medio de vísceras de pescado y advertido sobre confusos presagios y profecías incompletas. Pero ahora tiene un mapa y eso cambia las cosas. La flota recibió la orden hace días; aprovisionamiento para un viaje de tiempo indefinido y movilización de todos los efectivos. 

El Orgullo del Este zarpaba hacia lo desconocido.