Tras años de guerras entre sucesores del Rey, el Reino de Gunnar decidió que el pueblo eligiese a los gobernantes, formando la República de Gunnarheim.

Aún habiendo renovado su forma de gobierno, muchos son los que dicen ser bastardos y auténticos herederos del trono, causando revueltas o juicios para evitar que la guerra civil vuelva a estas tierras.
El código de honor es parte de su vida, sobrevivir juntos o morir separados. Es un lugar llena de pastos y campesinos, las tropas regulares forman parte de una estructura militar sin parangón dignas de los tiempos del Rey Gunnar y muchos Caballeros buscan ser parte de la Orden de Gunnar, los más diestros guerreros de la república.
Con el descubrimiento de Arrescan desean conseguir los nuevos recursos y los viejos tesoros que allí viven.